viernes, 17 de diciembre de 2010

UNA ESPERANZA DE AMOR EN EL OCASO

¡QUÉ HERMOSA ES MI OCAÑA!
Yo fui y volví
me alejé como el viejo de la infancia,
como el invierno del verano,
como la noche oscura
al relumbrar el alba.

Yo emprendí el largo viaje en la penumbra
y ciegamente entre las luces se opacó el sol.

Yo fui y volví
a buscar mi Ocaña legendaria
a esa casa solariega
llena de recuerdos de papá y mamá.

Yo fui y volví
y encontré a mi amada en la montaña
en calidad de novia enamorada
esperando al amor de sus días.

La abandoné en las sombras
la abandoné en el jornal
he regresado feliz a buscarla
y ella tal una fiel esposa
me recibió entre sus brazos
me cubrió de caricias, de amor y paz.

¡Qué hermosa es mi Ocaña!
Tierra de bardos,
gente noble y gallarda
hecha historia y leyenda con las pisadas de Antón.

¡Qué hermosa es mi Ocaña!
Donde conocí el amor de mis padres
y el de una anciana abuela
pero que hoy no están.

La muerte arrasó con la fragancia
y la delicada alma del jardín florido
donde el colibrí vistió de pasión
Su verde y colosal instinto.

Vino una sombra y desoló la casa
y huyó con lo más sagrado de aquel huerto
de un zarpazo destruyó mis días
donde viví feliz con mis dos viejos.

Donde jugué de niño
con un gato y con un perro
donde con mis hermanos
rasgué las horas al tiempo.

Ya se ocultó el sol
sólo quedó el recuerdo
esperaré salir la aurora
por las praderas de otrora
rescatando el ayer muerto

¡Que hermosa es Ocaña!
Volveré a verla de nuevo
para abrazar a mi padre
y darle a mi mamá un beso.

Abrazar mis hermanos en la cuna
tal si retirara el sugestivo sueño
y escaparme por la infancia a la cañada
y ver la hermosa luna que sonrojó mi rostro.

¡Qué hermosa es mi Ocaña!
Donde crecí con tavo y toño
con carmito, cheche, lalo, güicho, Moncho, cate y beto.
Con ellos tomé chicha y tomé guarapo
y hasta café negro.

Me subí a los barbatuscos
para acercarme al cielo
y poder ver desde lo alto
como lo hace el lucero.

Miré de cerca la luna
y quise robarle un beso
ella evadió mi rostro
y turbó mi pensamiento.

Voy a mi casa y vengo
pero todo en realidad se ha ido
ya todo es un sueño.

Me pregunto si aún el mango estará vivo
o consumido por el hacha del hachero.

Voy a contemplar las flores
del jardín florido
en virtud de que mi amada madre
en su infalible estío
esté podando el rosal
o abonando el huerto.


YA NO ESTÁS…
¡Niña! Ya no estás
y he decidido dibujar sobre el estadio de tus días
el frío espantoso de tu infamia.
                                                  
Ya no estás,
las sombras de la traición
raptaron tu simiente de mi cuerpo,
rasgando el imperio de tus besos.

Ya no estás,
porque tu piel palpita entre mi sangre
y una amarga pena
se entreteje entre mis huesos.

Ya no estás…
Y tú, que has mirado con pedantes ojos
hasta los pasos invisibles de la muerte,
¡No lo olvides!
Que desde el sepulcro te cautiva
y en su estéril escultura
sólo un cadáver quedará de tus encantos.

Ya no estás…
y cuando bajen mi cuerpo a la fosa oscura del olvido
no veré tu belleza entre los huesos,
sólo horribles gusanos comiéndose las carnes
de unos seres vanidosos reducidos a esqueletos.

Ya no estás, ya no estás, ya no estás…
y tú también muerte ¡vete!
No te acerques
aún sigo podando las fragantes plantas en mi huerto,
tu presencia desgarra mis pupilas
sobre la antorcha de la aterradora fosa.

Ya no estás,
pero júrame ¡oh! muerte
que estarás despierta en la longevidad de mis días
asechando mi espíritu tras la nívea pureza de la vida…
Déjame dibujar sobre el estadio de mis días
el frío espantoso de la infamia.

Ya no estás
y aunque hoy mezclando el vano orgullo con mis penas,
siento tus labios rojos
acariciando mis sueños…


UNA NOCHE MÁS.
Regresan tus pasos
a seducir las demenciales cabalgatas del amor
me amparo en la luz
y tú persistes con tus labios rojos
arrebatar mis trajinadas pisadas de la muerte.

Quiero fugarme de ti, pero no puedo,
estas ahí
quieres recorrer conmigo
las avenidas de tu cuerpo
en el frenético automóvil de mis sueños.

Atravesar la ciudad
sintiendo mi piel moverse
a la velocidad de los años
que roban mis días.

Ser en mí ser la gota de hiel
que calma la sed de niña enamorada
sin dejar de conducir
la fantasía que quema
las espaciosas noches cargadas de recuerdos.

Una noche más, un viaje más
el poeta en su coche
andando en sus sueños…
Labios de gitana; ven sube a mi cuerpo
despierta las sutiles noches
que en mi alma anidan
a la espera de tu suave aliento.

Quiero recorrer contigo
las avenidas de tu cuerpo
en el frenético automóvil de mis sueños
sin dejar de conducir
la fantasía que quema
las espaciosas noches
saturadas de recuerdos.

VIVENCIAS DORADAS

HOMENAJE AL ARTE
Desde los rayos solares que queman nuestra piel,
hasta el sensato pensamiento del filósofo,
corre silencioso el sentimiento
creando formas la imaginación.

La noche muere en sutil aurora
y trasciende en piedra esculpida el sentimiento.

Tú, imagen real e ideal,
engendrada de la realidad y del espíritu,
insípida falleces
ante las miradas del ingenuo.

Ahí estás, inteligente, volátil, sensual, erótica
Oh fantasía divina,
emerges de mi espíritu en símbolo apreciado.
Ya vives, he reaccionado
y aunque no tienes necesariamente que ser hermosa,
reacciono ante tí
porque un pintor hizo que me agradaras a la vista,
porque un músico endulzó mi corazón
y sus notas musicales embriagaron mis oídos,
porque un escultor me permitió mirarte,
abrazar tu cuerpo e invadirme de placer.
He reaccionado ante tí,
porque un poeta escribió unos versos
y mi alma sensible se emocionó.


EL ALMA Y EL MONSTRUO
En mi alma vivió un monstruo.
Era astuto,
rey y señor de mi destino
hasta las puertas de la locura
y de la muerte.

Fue mi compañero en la miseria,
sembró en mi hogar el llanto,
el dolor y la amargura,
fue el ciclón que arrebató el amor
y el respeto por la vida.

Me llevó al infierno en el delirio,
y lloré cuando me ahorcó Satanás.
A ese amigo
le fui infiel al despertar.

Desperté y vi mi alma danzar
con la muerte en la laguna;
ahí estaba el monstruo,
feliz dominaba mis instintos.

Recordé a Sócrates,
e iluminé el alma divina
para dominar el cuerpo.
El monstruo vive,
el poder celestial lo durmió en mi estómago
y no despertará jamás,  
porque nunca volveré al pasado.


VIVENCIAS DORADAS
La vida es preciosa
cuando nuestras huellas
conducen las sombras a la luz.

El hombre que trasciende
es aquel cuyo espíritu vibra
en el espacio
y en sus sueños se embriaga
con el éxtasis del Cielo.

Es vana la vida
si al llegar la muerte,
mi espíritu aún reposa
en el cadáver maldito.


AÑORANZA
Viajé a mi niñez y regresé afligido;
el pueblo silencioso, oculto en la neblina
y cuyo clima enaltecía su estirpe fue arrasado.

No encontré la calabá, ni el cacho corrido,
ni la correa escondida. Ya no embriagan corazones
las cuerdas del tiple o la guitarra,
ya no ruge el Algodonal.

Encementaron el Panche  y no cantan las aguas en Junín;
cubrieron las calles y ahogaron el trompo, el ciéntaro y la raya.
Los niños no cantan los elefantes,
el puente está quebrado, ni el arroz con leche.

Los peces murieron en el Tejo, no lo visitan los canarios,
ni los toches, ni los azulejos,  ni las golondrinas.
Predomina el buitre

Ya no brota la chorrera donde solíamos pasear;
donde hacíamos cochas y turrones;      
donde vivían los barbatuscos y el arrayán.

Tampoco se escuchan las voces
de Hernán, Mariano, Julio, o Luís;
ya no suben al campo
con sus escopetas y perros a cazar.

Emprendieron el vuelo las garzas
y el cemento no les permitió volver,
ya no hay Panche ; sino lagos;
lagos de piedra y cemento
donde no habitan los sapos,
ni cantan los grillos,
ni se oye, cloa, cloa, cloa…




Antagonismo

Es tu corazón delicado
como un pétalo de rosa
y yo hiriente
como el aguijón
que ampolla tu alma.

Es tu boca enamorada
una suculenta breva
irradiante de amor;
de allí emanas paz
y tus palabras
alientan mi espíritu.

tu boca es un encanto;
un dulce manjar,
y yo soy la niebla
que oscurece tu camino
y a pleno día
ando como en la penumbrosa noche.

eres dulce como el néctar
de la caña
y yo amargo como esa fruta
que afligió tu rostro.


Amor Marchito
Flor humana, dulce y delicada,
tus pétalos fragantes
sedujeron al jardinero humilde.

Fuiste planta especial de mi jardín,
abonada por mi demente alma
y regada por las nubes de mi ser.

El tiempo acabó con tu frescura,
como recuerdo de tus espinas quedan
fisuras marcadas en mis manos,
huerto incinerado de tu rosa queda,
las cenizas esparcidas por el viento.


Inspiración
Abrazan los rayos ardientes
la fuente perfumada de la aurora
brotando el rocío de tu seno
cómo vuela el sentimiento del poeta.

Eres mi traviesa juguetona
consuelo de mis días desolados,
eres el nido de mis pasiones enredadas
cual diluvio que mis penas arrasa.

Siempre esperé en el horizonte
de mis días,
ver venir tus olas de niña
a explorar mi torrentoso océano.


Luna
Apaciblemente acarició mi capa,
su compañía radiante despejó el camino,
sollozaba resplandeciendo en llamas
su tibio despertar.

Me embriagó
bailando hasta el alba,
otra estrella abrigó mi cuerpo.

ENTRE EL SOL Y LA LUNA



MARIPOSAS
Lindas mariposas
¿para dónde van?
a ver unos niños en
el manantial.

¿Y por qué llevan
sus vestidos tantos colores?
porque llevamos
las fragancias de
las flores.

Ven arco iris
vamos a volar
nos esperan los niños en
el manantial
llevémosles cantos,
alegría y paz y muchos
Regalos es navidad.


LA GALLINA Y LOS GALLOS.
La gallina de gallo
subió al gallinero y una
gavilla de gallos halló;
le  dieron galletas
los gallos gallardos,
y en su gañir,
gallinaceó un gañán
por el gañote.

Y el gallo de galli
está en la gallera
hiriendo en el gañote
a un gallo gañán.

Apresúrese primo       
le dice el gallito al galludo
gallo del gallineral, corra
al gallinero donde a su gallina
mantienen cautiva
los gallos gallardos
de aquella gavilla
que ofrece galletas
al gañir de las gallinas
en el gallinero
cuando su gallo galludo
está en la gallera
hiriendo a otros gallos
en el gañote.


FRANCHO Y LA MARRANA
Francho el come libros
se fue una mañana
en busca de un grillo
y de una marrana;
se perdió en el monte,
aprendió a saltar y a convivir
con la marrana en
El corral.

Se veía rechoncho,
mal oliente y sucio
cuando lo encontraron
en el lodazal.

Con gruñidos atemorizó
a su familia; porque
quien con cerdos anda
a gruñir
Aprende.